Ricardo Medel

Ricardo tiene 77 años y vive en el barrio Brasil desde hace tres décadas. Llegó allí después de un largo recorrido como conductor de buses, oficio que desempeñó desde muy joven. Sus recuerdos están llenos de anécdotas de pasajeros, recorridos y del ruido de las calles.
Nos cuenta que lo que más le gustaba de su trabajo era conocer personas de todo tipo. “Uno aprende mucho escuchando a la gente. Había pasajeros que todos los días se subían al mismo horario, y al final uno sentía que eran parte de la familia”.
Ricardo tiene tres hijas y cinco nietos, a quienes adora. Dice que ellos son la razón de su alegría y que lo mantienen activo: “A veces me sacan a pasear y termino más cansado que ellos, pero feliz”.
Aunque su salud se ha visto afectada por la diabetes, se esfuerza por mantenerse en movimiento. Todas las mañanas camina hasta la plaza cercana y se sienta en la banca a conversar con otros adultos mayores. Para él, compartir historias es una forma de mantener viva la memoria.







